El Covid-19 ha pegado a muy diversos sectores. Prácticamente todos hemos sido afectados de uno u otro modo. Si no es por la salud es por lo económico. Uno de estos casos es el de los músicos, quienes se han quedado sin fuentes de empleo pues los lugares donde tocaban cerraron. Para salir adelante han buscado alternativas.

Una de estas ha sido tener que vender o rematar sus instrumentos musicales, los cuales les daban de comer antes de que surgiera la pandemia por Covid-19.

Y es que de momento no cuentan con espacios para presentarse ni con el apoyo económico de los responsables de los foros. Ya son más de 100 días sin trabajo y no tienen fecha para regresar a los escenarios.

Rubén Arias Dueñas es uno de los músicos que ha pasado por esta terrible situación. El artista tiene tres proyectos musicales -Sonido Gato; Los Twangs, y Los Tres Gallos- y platicó a La Jornada Maya sobre lo complicado de dedicarse a la música en tiempos de encierro. Las artes son un oficio que, según dijo, puede procurar un estilo de vida cómodo, aunque no con lujos.

Contó que, en la mayoría de los restaurantes y bares, de cara a las medidas sanitarias instauradas por las autoridades, ahora estos negocios ya no tienen contemplado usar a músicos, pues es un gasto que ya no pueden cubrir.

“Los músicos que conozco están buscándole por otro lado. Algunos están vendiendo sus instrumentos a través de internet a fin de solventar su difícil situación; o dedicándose a otras actividades distintas a su pasión. De igual forma se efectúan eventos en línea para recaudar fondos”, detalló.

El músico celebró que hayan recibido apoyo de quienes disfrutan de su arte -en su mayoría extranjeros- pero de ahí en fuera, el gremio se ha visto muy afectado por las medidas. Recordó que el semáforo estatal debe estar en color verde para que puedan laborar como antes; y no se sabe cuándo sucederá esto. Por eso muchos prácticamente están dejando la música.

No son pocos los músicos que, con el objetivo de profesionalizarse, con mucho esfuerzo adquirieron costosos instrumentos, sus herramientas de trabajo; y la debacle económica los ha orillado a deshacerse de ellos, incluso rematándolos en páginas de internet.

Otros tratan de sacar algún beneficio económico mediante las redes sociales. Buscan alternativas para hacer llegar su música a más personas. El gobierno del Estado instauró programas para este fin, aunque subrayó que estos no han sido lo mismo para todos sus colegas.

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La incertidumbre por ahora es mucha en el gremio. No saben cuándo volverán a tener ingresos, si los bares, hoteles o restaurantes los volverán a contratar. No saben cuánto tiempo tiempo más podrán sobrevivir sin ingresos. Incluso no ssaben si los que venden sus instrumentos podrán volver a tener para comprar otros y volver a tocar.

¿Tú has pasado por algo similar? ¿Vender lo que tienes para sobrevivir a esta crisis?