Las mascarillas o cubrebocas son un imperativo para protegerse del coronavirus, pero su constante uso ha detonado ciertas reacciones en la piel, pues su continúo roce, así como las bacterias que se acumulan provocan el aumento de sebo facial, la aparición de imperfecciones e incluso irritación.
Para evitar que tu piel sufra aún más por el uso de este insumo de protección, que hasta ahora se desconoce cuándo tocará dejar de usarlas, aprende cómo evitar la aparición de brotes.
Al momento de escoger un cubrebocas deberás asegúrate de que la tela que lo compone sea lo suficientemente densa para captar las particulares virales y que al mismo tiempo permita que la piel transpire, de no traer uno consigo, puedes colocarle un filtro entre las dos capas o bien conseguir uno que sea bicapa o tricapa.
La Organización Mundial de la Salud y el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos han señalado que uno de los materiales más recomendados para los cubrebocas es el algodón.