Clarisa Murgia, una viajera argentina, soñaba con unas vacaciones frente al mar en Italia. Con entusiasmo, buscó un alojamiento que prometiera vistas panorámicas del océano. Fue entonces cuando encontró una oferta que parecía perfecta: fotos que mostraban un horizonte azul y olas rompiendo contra la costa. Convencida por las imágenes, Clarisa reservó el lugar sin dudarlo.
Sin embargo, al llegar a su destino, la realidad la golpeó como una ola fría. El “mar” que había visto en las fotos resultó ser una ilusión. En lugar de aguas cristalinas, se encontró con una pared pintada que imitaba el paisaje marino. La decepción fue inmensa, y Clarisa no pudo evitar reírse ante la situación surrealista.
Aunque no se sabe cuánto pagó exactamente por el alojamiento, Clarisa decidió compartir su experiencia en las redes sociales. Su historia se volvió viral, y otros usuarios comenzaron a relatar sus propias anécdotas similares. Algunos se sintieron indignados por las prácticas engañosas, mientras que otros compartieron anécdotas cómicas.
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Los comentarios más destacados incluyeron: “Lo bueno es que siempre que mires, aunque esté nublado, verás las vistas despejadas.” Un toque de humor ante la situación absurda de una pared pintada en lugar del mar.
Con información de Los Replicantes
