Quintana Roo.- El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, pidió a la Fiscalía General de la República que tome nota e investigue la posible corrupción al interior de este organismo generada por el líder de la mafia rumana, Florian Tudor; toda vez que su expediente es llevado por el hermano del abogado de su socio.

Lo anterior lo declaro en su habitual conferencia mañanera de hoy, a pregunta expresa de una periodista sobre las revelaciones hechas hoy por el diario Reforma, en el que se indica que el jefe de la Unidad de la Fiscalía Especializada en combate a la Corrupción, Camilo Constantino Rivera, es hermano de Jesús Constantino Rivera, escolta y abogado del grupo de Florian Tudor.

“Seguramente la fiscal anticorrupción (María de la Luz Mijangos) tomará nota”, afirmó el presidente, quien, aunque aclaró que es una instancia autónoma, deberá “investigar, como debe de ser”.

Florian Tudor es investigado por autoridades de varios países por presuntamente encabezar una red de clonación de tarjetas, que por años ha robado cantidades millonarias a turistas en Cancún y la Riviera Maya, en cajeros automáticos intervenidos. Por ello, y luego de la ejecución de uno de sus escoltas, este rumano fue detenido, en posesión de armas de fuego, y sus lujosas residencias fueron cateadas, hallando todavía más armas.

Sin embargo, esta mafia, que además incluye a los socios de Tudor, Adrián Nicolae Cosmin y Chakib Naif Al Boustany, echó mano de la red de protección con la que cuentan al interior de las corporaciones policiacas.

De esta forma, Tudor pasó de victimario a víctima, al interponer una denuncia en contra de las autoridades que lo investigaban, por supuesto abuso de autoridad. Se trataba de una estrategia ya bien estructurada, pues la investigación cayó en la Unidad de la Fiscalía Especializada en combate a la Corrupción, liderada por Camilo Constantino Rivera, hermano de Jesús Constantino Rivera, escolta y abogado de Chakib Naif Al Boustany, socio de Tudor.

A pesar de este evidente conflicto de interés, la investigación continuó a paso apresurado, intimidando e incluso destituyendo a varios funcionarios federales e implicando a otros del ámbito local, con lo que se frenó toda acción en contra de esta red rumana.

El periódico Reforma incluso da cuenta de que el hermano del agente investigador de la FGR fue detenido en relación al asesinato de un agente policiaco, momento en el que falsamente se identificó como un policía Judicial, en compañía de Chakib Naif Al Boustany, socio de Florian Tudor.

“En mayo de 2019, un policía local fue asesinado en un embarcadero de Ultramar por dos sujetos que viajaban en un auto rojo. Tras una búsqueda por parte de policías y agentes navales, detuvieron a Jesús Constantino -quien se hizo pasar como policía ministerial- y al rumano Chakib Naif Al Boustany”, narra el periódico.

“Motivo por el cual lo seguimos (…) deteniendo su marcha hasta la calle de Sac-Xib y Xel-Ha por lo que procedimos a pasarle inspección previa solicitud al conductor, quien se identificó como Agente Ministerial (de la Fiscalía) de nombre Moisés Méndez López y cuyo copiloto era otro Agente Ministerial de nombre Jesús Constantino Rivera quienes llevaban como acompañante al ciudadano Chakib Naif Al Boustany (socio de Tudor) manifestando que sólo iba a cenar con sus dos amigos y escoltas de seguridad”, refiere el parte policiaco.

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A pesar de esto y a pesar que en otra denuncia, Al Boustany nombró como abogado defensor a Jesús Constantino Rivera, su hermano ha podido llevar la investigación de este caso, actuando en evidente defensa de los intereses de esta mafia rumana.

Sin embargo, este lazo de sangre ya es de conocimiento público y, en respuesta, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, ha pedido que se investigue, pues equivale a corrupción y a la colusión entre la máxima instancia investigadora y elementos del crimen organizada.