El gobierno de Joe Biden detuvo a 171 mil 700 migrantes ilegales, la mayor cifra registrada en las últimas dos décadas.
A lo largo del mes de marzo, las autoridades estadunidenses detuvieron a 171 mil 700 personas que intentaban cruzar la frontera de manera indocumentada, la mayor cifra registrada en las últimas dos décadas, que evidencia la salida masiva de personas de México y Centroamérica hacia Estados Unidos en medio de las profundas crisis económica y sanitaria por las que atraviesan sus países.
A esta cifra de la Patrulla Fronteriza (CBP), que dio a conocer ayer la cadena CNN, se deben sumar las 396 mil 958 personas migrantes que las autoridades estadunidenses han detenido desde el pasado mes de octubre, de las cuales más de la mitad –201 mil 887– eran de nacionalidad mexicana: 187 mil 218 eran adultos, 9 mil 508 eran niños no acompañados, y 5 mil 161 viajaban en familia.
La llegada de cientos de miles de personas a la frontera de Estados Unidos –entre ellas decenas de miles de niños no acompañados– despertó alarmas en Washington, y el presidente Joe Biden encargó a su vicepresidenta, Kamala Harris, la misión de encontrar una solución en Estados Unidos y con los países de la región.
En el mes pasado, el gobierno de Biden aceptó adelantar a México 2.7 millones de vacunas de AstraZeneca contra el covid-19; en paralelo, el gobierno mexicano cerró su frontera sur a los viajes no esenciales –usando de pretexto la pandemia de covid-19–, y anunció un mayor despliegue de la Guardia Nacional y del Instituto Nacional de Migración (INM) en el sureste para intensificar los operativos de detención y deportación de personas centroamericanas.
(Con información de Proceso).
