Una familia en Estados Unidos llevó las cosas al extremo tras enterarse que el papá recibiera un diagnóstico de cáncer de estómago, lo que provocó que los demás integrantes tomarán medidas insólitas para evitar desarrollar la letal enfermedad.
El cáncer suele ser considerada una sentencia de muerte que acarrea un enorme desgaste a quienes la padecen y sus familias, y aunque las investigaciones para una cura están en marcha, lo cierto es que sigue cobrando millones de vidas alrededor del mundo cada año.
Aunque hay distintas recomendaciones para prevenir la enfermedad, en ocasiones hay factores hereditarios que propician su aparición, de ahí que se pida checarse para detectar el padecimiento de forma temprana y que pueda ser combatido con rapidez.
La historia de la familia Myers, de California, la reveló la revista “People”: sus integrantes se sinceraron sobre la drástica decisión que tomaron tras conocer que su padre, Greg Myers, tenía cáncer de estómago en segunda etapa y que le fue detectado en 2021.
Kori Myers, hija del hombre, describe que ahora su vida es muy diferente: pasaron a ser picoteadores de comida tras ser unos glotones, y es que ella y su hermano Tyler decidieron extirparse el estómago para no desarrollar la enfermedad por razones de peso.
En febrero de 2021, Greg Myers empezó a tener problemas para tragar y poco después la situación fue empeorando, por lo que, tras acudir al médico, se descubrió que padecía un cáncer gástrico difuso en una segunda etapa.
Después de someterse a pruebas genéticas como parte del estudio, Greg se enteró que tenía la mutación genética CDH-I, un gen que provoca 80 por ciento de probabilidades de desarrollar cáncer de estómago difuso.
Kristie, esposa de Greg, también descubrió que había 50 por ciento de posibilidades de que cualquiera de sus dos hijos, Kori y Tyler, de 28 años, dieran positivo para el gen, por lo que, tras someterse a estudios se descubrió que Tyler ya presentaba células cancerosas.
En tanto, Kori, aunque aún no las presentaba, podía desarrollarlo en un futuro.
A Tyler Myers le extirparon el estómago de manera preventiva en enero de 2022, y Kori se sometió a la misma cirugía en marzo del mismo año; además, una mastectomía doble cinco meses después seguida de una cirugía de reconstrucción mamaria en diciembre.
Tras la cirugía, la familia perdió mucho peso, y aunque les encanta la comida no pueden comer mucho y deben ser muy cuidadosos con su dieta, pues los carbohidratos y los azúcares son difíciles de procesar, pero, por lo general, comen un poco de proteína primero.
Además: Investigan si los lobos mutantes de Chernobyl desarrollan resistencia al cáncer
En tanto, el padre de familia, Greg, ya está en fase cuatro del cáncer de estómago; sin embargo, entiende que la enfermedad no se irá e intenta vivir su vida lo mejor posible, mientras que sus hijos llaman a detectar de forma temprana cualquier tipo de cáncer.
En ese sentido, se consideran afortunados de haberse realizado la cirugía: “Mi padre nos salvó la vida a todos. Podría haber sido en los próximos años cuando todos nos hubiéramos ido”.