El fin de semana pasado llegó a Nueva York el árbol de Navidad para a plaza Rockefeller Center, el icónico abeto que simboliza el inicio oficial de la temporada navideña en la ciudad, atrayendo a millones de visitantes y espectadores en vivo y por medio de transmisiones.

Este año, el abeto noruego fue cortado en West Stockbridge, Massachusetts. Tiene una altura de 74 pies (aproximadamente 23 metros) y un peso de 11 toneladas, y es el primer árbol procedente de ese estado desde 1959.

La ceremonia de encendido está programada para el 4 de diciembre a las 20 horas, y estará iluminado hasta la medianoche todos los días, con un horario especial de 24 horas en Navidad.

La tradición comenzó en 1931, en medio de la Gran Depresión, cuando los trabajadores que construían el Rockefeller Center decoraron un modesto abeto de 20 pies (cerca de seis metros) con guirnaldas de papel, tiras de arándanos y latas.

Dos años después, en 1933, el Rockefeller Center realizó el primer encendido oficial, transformando el árbol en un símbolo navideño de la ciudad. El evento se convirtió rápidamente en una tradición que reflejaba el espíritu de la época.

Durante la segunda Guerra Mundial, el árbol fue decorado de forma patriótica, y en la posguerra las luces y decoraciones se volvieron más complejas y luminosas, iluminando la plaza con globos fluorescentes.

La emblemática estrella que corona el árbol de Navidad del Rockefeller Center fue rediseñada en 2018 por el Studio Libeskind, en colaboración con Swarovski, para iluminar la temporada navideña durante los próximos años.

Ese nuevo diseño, lanzado por primera vez desde la versión original de 2004, fue creado con una visión de luz y energía, irradiando en todas direcciones como una auténtica estrella.

La impresionante figura cuenta con 72 puntas de vidrio y está decorada con tres millones de cristales Swarovski, logrando un efecto de brillo único.

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Con un diámetro de 2.7 metros y un peso de casi 385 kilogramos, su estructura incluye un núcleo de aluminio macizo con tecnología CNC, que sostiene las fuentes de iluminación LED, que no solo representa una joya visual, sino también un avance en ingeniería y creatividad.