Una niña de 15 años fue condenada a cadena perpetua, luego de que mató a su mamá e hirió a su padrastro en Misisipi, Estados Unidos.
La adolescente, Carly Madison Gregg, cometió el asesinato, después de que le disparó tres veces en el rostro a su madre, Ashley Smylie, de 40 años.
Seguidamente, engañó a su padrastro, Heath Smylie, para que volviera a casa antes, donde le disparó a bocajarro, pero solo consiguió rozarlo en el hombro, razón por la cual pudo huir.
La defensa de la menor de edad alegó que había actuado debido a una “crisis” que sufrió por problemas de salud mental.
Intentaron presentar una defensa basada en demencia, pero la Fiscalía se centró en dejar claro que “ella sabía lo que hacía” y que había actuado con premeditación.
Cabe destacar que en el momento en que se leyó el veredicto de culpabilidad y la sentencia, Carly Madison Gregg, no pudo contener las lágrimas y su abogado intentó consolarla.
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Sin embargo, en una audiencia el día anterior, fue captada por las cámaras de la sala tratando de reprimir la risa, tapándose la boca con la mano, mientras el jurado escuchaba las pruebas en su contra.
Con información de NBC News