El ingenio y la creatividad no se ausentan de esta contingencia por Covid-19, y como prueba de ello mujeres indígenas en países como México y Perú, han comenzado a producir cubrebocas muy coloridos para que la gente se proteja del virus que ha cambiado en mucho la vida humana,sobre todo en las grandes urbes del mundo.
Con el fin de apoyarse económicamente, mujeres de la comunidad mixteca de Nochixtlán, Oaxaca, que han desarrollado mascarillas lavables y reutilizables con hojas de palma tejidas, las cuales representan parte de las técnicas locales de este pueblo originario.
En México, también la empresa chihuahuense, Sinibí Jipe, donde laboran diversas artesanas rarámuris, ha puesto a la venta cubrebocas tejidos a mano con tela y estampados muy coloridos. Varias de las piezas ostentan figuras florales y de acuerdo con sus creadoras “están hechos de 65 % poliéster y 35 % algodón”.
Por otra parte, artesanas indígenas de Ayacucho, Perú, también han aprovechado la necesidad global de cubrebocas, para producir los suyos. Se trata de Yupari Quispe y su hija, Violeta Quispe, quienes producen mascarillas basadas en las polleras tradicionales de Sarhua, piezas donde predominan diversos colores y flores.
Cabe decir que aunque no se considera que los cubrebocas sean fundamentales para prevenir el Covid-19, la Organización Mundial de la Salud (OMS) los incluye en su lista de medidas factibles para evitar los contagios, hablando principalmente de los fabricados con material hipo alergénico.