La refinería Dos Bocas es uno de los proyectos insignia del sexenio de López Obrador junto con el Tren Maya, el Aeropuerto Felipe Ángeles y el Tren Transístmico. Todos ellos tienen en común que además de ser grandes obras han presentado también muchas dificultades para su realización.
En el caso de Dos Bocas, según apunta Bloomberg, los costos de los materiales para la obras han subido hasta un 40 por ciento en el último año. Ese aumento se ha visto reflejado en lo que ha estado gastando el gobierno federal.
Por ello ahora se cree que tendría un costo de 12 mil 500 millones de dólares.
Ante esto, es poco probable que se logre el pronóstico del gobierno federal, que era que antes de que concluyera este 2022 México iba a poder producir toda su gasolina sin tener que importarla.
Lo anterior fue señalado un reportaje de los periodistas Amy Stillman, Lucia Kassai y Max De Haldevang, quienes señalaron que la instalación, ubicada en el estado de Tabasco, es crucial para los planes de Petróleos Mexicanos (Pemex) que busca detener las exportaciones de este recurso en 2023.
Además de todas las dificultades que ha mostrado el proyecto de Dos Bocas, a ello hay que sumar los problemas de Pemex para refinar su propio crudo debido a la disminución de la producción, la falta de mantenimiento de sus refinerías y su pesada carga de deuda, que es la más alta de cualquier compañía petrolera a nivel mundial.
Se había calculado que costaría unos 8 mil 900 millones de dólares, eso informó el director ejecutivo de Pemex hace unos 15 meses. Pero ahora, con las alzas debido a la inflación, analistas aseguran que ahora edificar el mismo proyecto saldrá en 12 mil 500 millones de dólares.
La subida de los precios de los materiales explicaría los retrasos en la construcción y confirmaría que se ha trabajado con un presupuesto que habría sido poco realista desde el principio.
“Es posible que el proyecto Dos Bocas no produzca un sólo galón de gasolina en 2022 y podría producir cantidades limitadas de combustible durante varios años después, según algunos analistas”, señala el reportaje sobre el megaproyecto.
Y a los costos de Dos Bocas hay que sumar que Pemex pagó más de mil 500 millones de dólares para hacerse cargo de una refinería en Deer Park, Texas, que adquirió de Shell, lo que fue más del doble del precio anunciado en mayo.
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Pese a todas las dificultades la Secretaría de Energía Rocío Nahle aseguró hace unos días que la refinería de Dos Bocas en Tabasco, uno de los grandes proyectos del Gobierno actual, quedará lista e iniciará operaciones en el transcurso de 2022, aun cuando la oposición aseguró que no sería así.
Habrá que ver cómo se realizan los megaproyectos de AMLO, pues si bien enfrentan múltilples dificultades parece que el gobierno quiere terminarlos -sea como sea, bien o mal- con tal que el presidente cumpla su palabra y tengan obras para inaugurar antes que concluya su sexenio.
No se sabe si apresurar los trabajos sea una buena idea, algunos expertos advierten que no es una buena decisión.
Con información de Bloomberg.
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