México.- El muro fronterizo se hizo en zonas tan remotas en donde por su complicada ubicación es imposible que llegue el ser humano, por lo que la destrucción con dinamita se hizo de cañones y montañas, lo cual acabó con corredores cítricos del jaguar o el borrego cimarrón.
La valla de acero y concreto marcó un antes y un después, ya que en el desierto de sonora marca la diferencia entre vivir y morir.
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Y es que, de acuerdo con la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, en octubre, noviembre y diciembre y enero, se detuvo en Arizona a 74 mil 155 migrantes ilegales, 72.81 por ciento de origen mexicano, 18.28 de origen guatemalteco y el resto entre hondureños, salvadoreños y de otras nacionalidades.
El activista Erick Meza, coordinador fronterizo de la organización Sierra Club, indicó que el presidente Trump no tuvo repato en gastar fondos miliares que desvió para el muro fronterizo en zonas como Nogales, en donde la sierra ya era de por sí una barrera natural para evitar la migración.
Además, las tradiciones de pueblos originarios se ha visto afectadas y la vida silvestre muere sin agua y sin alimento, pues han interrumpido sus ciclos biológicos.
Con información de Excélsior
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