Más de mil 770 millones de pesos se derrocharon en desayunos escolares mientras los planteles estaban cerrados a causa de la pandemia en 2020 y 2021. Esto ocurrió en tres estados: Sinaloa, San Luis Potosí y Veracruz.
Debido a que las escuelas estaban cerradas, en algunos casos tanto los -maestros como los padres de familia lo resolvieron con sus propios medios. Sin embargo, en algunas partes los artículos nunca llegaron a los niños y cuando lo hicieron ya estaban caducos. Otros productos fueron entregados a beneficiarios de distintos programas, algunos más eran vendidos en redes sociales e incluso terminaron como alimento para animales.
Se adquirieron hasta 36 millones de artículos para desayunos escolares como cajas de leche, galletas, fruta deshidratada, barras de cereales, que eran para los desayunos fríos; así como atún, sardina, harina, granos e incluso frutas, carnes y verduras para los desayunos calientes de los comedores escolares.
El problema se agravó porque ni el gobierno federal ni los estatales planearon un mecanismo que asegurara la distribución de los alimentos mientras las escuelas estaban cerradas. Además los alimentos iban a ser distribuidos en zonas alejadas y de alta marginación.
Los contratos más grandes para la compra de desayunos escolares fueron realizados en Veracruz, que en los dos años de la pandemia adquirió 209.8 millones de productos por un monto de mil 366.9 millones de pesos.
Por su parte San Luis Potosí firmó con Diconsa contratos por 221.2 millones en el mismo periodo para comprar 24.4 millones de artículos de desayunos escolares. Y en tercer lugar, Sinaloa pagó 182.6 millones de pesos para la adquisición de 102.5 millones de productos.
ALIMENTOS CADUCOS
Antes de la pandemia, los productos para los desayunos escolares eran entregados por el proveedor en los almacenes estatales del DIF. Desde ahí eran distribuidos a las escuelas donde los directores y las asociaciones de padres de familia se encargaban de recibirlos, firmar las actas, distribuirlos y recabar los 50 centavos que los padres debían pagar por cada desayuno y entregarlos al DIF.
Pero con la emergencia sanitaria toda cambió. Los productos fueron entregados al DIF y ahi se quedaron. No se pudieron organizar en todos los lugares y muchos productos no fueron entregados a tiempo y cuando se hizo, ya estaban caducos.
Para muestra un caso de Nogales, Veracruz. Los padres pagaron un flete para que los productos les llegaran, pero cuando recibieron los paquete, notaron que la leche en polvo ya había caducado. Entonces, en lugar de alimentar a sus hijos algunos padres debieron alimentar a los cerdos y a otros de sus animales. Dentro de todo le dieron un uso.
El reto era no solo trasladar la mercancía, sino también hallar un lugar para tenerla en resguardo.
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Pero a ello se sumaron otras irregularidades, como que los desayunos escolares fueron distribuidos a beneficiarios del programa de adultos mayores y personas con discapacidad, lo que no está permitido según las reglas de operación. Todo esto además sin que las autoridades supervisaran que el reparto de los bienes fuera neutral y sin fines proselitistas, ya que se estaba en época de elecciones.
Productos caducos y desperdiciados fueron la constante en estos tres estados donde se gastarn mil 770 millones de pesos en miles de productos para desayunos escolares.
Con información de Animal Político.
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