Argentina.- Esta semana van a iniciar las acusaciones en contra de dos monjas, las cuales están acusadas de participar en varias agresiones que padecieron por varios años decenas de niñas y niños sordos en el Instituto Antonio Próvolo.
Los hechos se conocieron en 2017 cuando fue detenida Kosaka Kumiko, quien era una monja japonesa de 46 años prófuga de la justicia y que enfrenta prisión domiciliaria desde un convento.
La otra monja que está acusada es Asunción Martínez de 53 años, quien viene de Paraguay y trabajaba en el instituto desde 1997, durante el juicio a los sacerdotes declaró como testigo y quedó imputada como partícipe primaria de abuso sexual porque una víctima contó las violaciones, la mujer en lugar de hacer las denuncias, las llevaba con un médico.
Los testimonios hasta el momento son contundentes y forman parte de la cadena de encubrimientos de abusos sexuales cometidas por representantes de la Iglesia Católica en todo el mundo.
Con información de RT