Jair Bolsonaro, expresidente de Brasil, fue enviado a prisión preventiva por riesgo de fuga, según lo determinó la Corte Suprema de dicho país.
La decisión se tomó luego de que se detectara un intento de manipular la tobillera electrónica que lo monitoreabamientras cumplía arresto domiciliario.
El expresidente Jair Bolsonaro estaba bajo vigilancia desde agosto en su residencia. La medida de prisión preventiva busca garantizar el cumplimiento de la condena y evitar que pueda evadir la justicia.
El juez Alexandre de Moraes, encargado del caso, argumentó que Jair Bolsonaro podría aprovechar la confusión de manifestaciones convocadas por sus allegados para intentar escapar.
Recordemos que fue condenado en septiembre a 27 años de cárcel por conspirar para impedir la asunción del actual mandatario en 2022.
La corte dejó en claro que la prisión preventiva no constituye el inicio de la ejecución formal de su condena, sino una medida cautelar ante el riesgo de fuga.
Jair Bolsonaro ya había sido advertido sobre las restricciones de su arresto domiciliario y la obligación de mantenerse bajo monitoreo electrónico.
El intento de manipular la tobillera y la organización de manifestaciones frente a su vivienda llevaron a las autoridades a considerar que existía un riesgo real de fuga.
Jair Bolsonaro fue trasladado a un complejo de la Policía Federal en Brasilia, donde se realizan controles médicos antes de su ingreso formal a prisión.
La Corte Suprema programó una audiencia de custodia por videoconferencia y la medida deberá ser refrendada por los magistrados de la primera sala.
La defensa de Jair Bolsonaro solicitó continuar con la prisión domiciliaria
La defensa de Jair Bolsonaro solicitó continuar con la prisión domiciliaria por razones de salud.
El expresidente presenta secuelas de una puñalada recibida en 2018 y padece problemas como reflujo e hipo incontrolable, que afectan su respiración y provocan desmayos.
Los abogados argumentan que la alteración de su arresto domiciliario podría poner en riesgo su vida.
Jair Bolsonaro gobernó Brasil entre 2019 y 2022 y mantiene influencia política en diversos sectores.
La Corte Suprema señaló que varios allegados del expresidente ya habían intentado evadir la justicia, lo que aumenta la preocupación sobre la posibilidad de fuga.
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Con esta medida, Jair Bolsonaro enfrenta la obligación de cumplir su condena en régimen cerrado.
Las autoridades reforzaron la vigilancia para evitar cualquier intento de escape y garantizar la efectividad de la sentencia.
La situación sigue siendo monitoreada de cerca, y la corte evaluará nuevas solicitudes de su defensa en los próximos días.
Jair Bolsonaro permanece bajo custodia preventiva, mientras la justicia decide sobre los recursos presentados por sus abogados y supervisa que no exista riesgo de fuga.
Con información de AP
