Un niño de 12 años murió tras caer desde un balcón en el crucero Harmony of the Seas de Royal Caribbean, justo antes de que el barco atracara en Galveston, Texas. Los hechos ocurrieron durante la última noche del viaje

El niño jugaba con amigos que recién conoció en el viaje mientras estaban en el balcón de su camarote, cuando supuestamente resbaló y cayó al vacío, de acuerdo con reportes de portales digitales como Antena 3, Dailymail y cbainfo, entre otros.

La embarcación se dirigía a la ciudad tejana en ruta por el Caribe cuando, según el medio británico The Sun, el pequeño, que disfrutaba del cumpleaños de un familiar, se precipitó por la zona interna del barco, repleta de bares, restaurantes y pubs.

Cayó del camarote de su familia, de la cubierta 14 al atrio de la número ocho, de un altura superior a 15 metros. Personal del crucero hizo lo posible por salvar su vida, aunque nada pudieron hacer.

Según el New York Post, el hecho ocurrió cuando el navío se dirigía a Texas, en su última noche de un itinerario de siete días por varios puntos del Caribe occidental.

Algunos pasajeros notaron que el menor parecía estar molesto ese día, de acuerdo con varias publicaciones compartidas en redes sociales por Sara Tullas, quien viajaba en el crucero junto a su hija, amiga del niño fallecido.

Royal Caribbean se encargó de confirmar el hecho y no dio más detalles sobre el incidente. Tras la tragedia, se comunicó a los pasajeros que tendrían que esperar, ya que se llevó a cabo una investigación a bordo.

El FBI ya investiga la muerte del preadolescente, que cayó frente a los horrorizados pasajeros del Harmony of the Seas de Royal Caribbean, un crucero de la clase Oasis, el pasado 7 de septiembre.

El Harmony of the Seas puede albergar a más de ocho mil pasajeros y tripulantes, y es más alto que un edificio de 25 pisos, que lo convierte en el cuarto barco de pasajeros más grande del mundo, con más de dos mil 747 camarotes, 20 restaurantes, 23 piscinas y un parque con más de 10 mil plantas y 50 árboles, una ciudad flotante.

A pesar de su inmensidad y todas sus comodidades, el crucero tiene otra mancha en su historial: en 2019, una menor de 16 años murió al precipitarse mientras escalaba desde un balcón en el octavo piso.

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Se trata del mismo crucero que el pasado 16 de enero rescató a seis pescadores de Cozumel que se habían perdido días antes y estaban a la deriva junto a “Canelo”, perro del capitán de la lancha.