Esta semana se llevó a cabo en Italia el primer suicidio asistido, procedimiento en el cual “Mario”, un paralítico que llevaba 12 años en una silla de rueda puso fin a su vida.
A través de una inyección letal, el hombre de 44 años falleció en su domicilio, convirtiéndose en el primer hombre en Italia al que aprueban un procedimiento como este.
Con el único dedo que podía mover, fue el mismo Mario quien pulsó una bomba infusión, inyectando en sus arterias el líquido mortal.
“No niego que lamento despedirme de la vida, sería falso y mentiroso si dijera lo contrario porque la vida es fantástica y solo tenemos una. Pero desafortunadamente fue así. He hecho todo lo posible para poder vivir lo mejor posible y tratar de recuperarme al máximo de mi discapacidad, pero ahora estoy agotado mental y físicamente”, expresó Mario.
Mario aseguró antes de morir que se sentía como un barco a la deriva a merced de los demás y ahora que fallezca al fin será libre “para volar a donde quiera”.
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Cabe destacar que por ser Italia un país profundamente católico, conservador y por la cercanía al Vaticano, procedimientos como este aún siguen siendo un tabú para la sociedad lo que retrasa reformas de leyes que permitan aplicar la eutanasia o el suicidio asistido.
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