El mercado de Toyosu en Tokio volvió a ser el escenario de un evento emblemático que mezcla tradición, lujo y preocupación ambiental. Un atún rojo de 276 kilogramos, capturado en las aguas de Oma, fue subastado por 207 millones de yenes (aproximadamente 1.3 millones de dólares ), convirtiéndose en el segundo precio más alto registrado en la historia de esta subasta, iniciada en 1999.
La puja ganadora fue realizada por el grupo Sushi Onodera, conocido por su cadena Michelin “Sushi Ginza Onodera”. Este conglomerado no es ajeno a estas subastas de alto perfil: lleva cinco años consecutivos pagando sumas astronómicas para adquirir el primer atún del año.
“El primer atún trae buena suerte. Queremos hacer sonreír a la gente con nuestra comida”, comentó Shinji Nagao, presidente del grupo, en declaraciones a Kyodo.
El evento, celebrado en el prestigioso mercado de Toyosu, es mucho más que una simple compra. Los empresarios japoneses consideran que ganar la primera subasta del año tiene un profundo significado simbólico, un augurio de éxito tanto para sus negocios como para sus clientes.
Este aspecto cultural, combinado con el deseo de destacar en un mercado altamente competitivo, impulsa las cifras exorbitantes que se manejan en estas pujas.
El precio alcanzado este año marca la segunda cifra más alta registrada, tras los 3.1 millones pagados en 2019 por un ejemplar similar. A modo de comparación, el grupo Onodera había desembolsado “solo” 114.2 millones de yenes en la edición de 2024, lo que pone en perspectiva la importancia que tuvo esta nueva puja.
Te puede interesar: Subastan tabla con los 10 Mandamientos en 5 mdd en Nueva York
El atún subastado este año fue capturado en Oma, Aomori, una región conocida por producir los ejemplares más valorados. Masahiro Takeuchi, el pescador detrás de la captura, expresó su felicidad con una mezcla de orgullo y preocupación: “Estoy increíblemente feliz, pero siempre me pregunto cuántos años más podré seguir pescando de esta manera”, confesó al medio NHK.
El atún rojo, una especie que puede pesar hasta 680 kilogramos y medir más de 3 metros, es considerado un manjar tanto por su tamaño como por la textura única de su carne. Sin embargo, su prestigio ha tenido un costo elevado para los ecosistemas marinos.
Según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), el atún rojo ha visto sus poblaciones diezmadas debido a décadas de pesca excesiva e ilegal. Esta especie migratoria, que puede vivir hasta 40 años, desempeña un rol crucial en el equilibrio marino, pero su declive amenaza con desestabilizar estos ecosistemas.
El evento de Toyosu pone de manifiesto las contradicciones inherentes a esta tradición. Por un lado, celebra el orgullo de una cultura culinaria; por otro, expone la fragilidad de un recurso natural que está en peligro crítico. La sobreexplotación, impulsada en parte por estas subastas de lujo, plantea preguntas urgentes sobre sostenibilidad y conservación.
Con información de DW.