Playa del Carmen.- Integrantes de la Asociación Mexicana de Arboricultura sostuvieron una rueda de prensa hoy para aclarar que aunque ellos elaboraron un proyecto para la reubicación de árboles del camellón central de la carretera 307, por el Tren Maya, ellos no lo ejecutaron, por lo que ignoran cuántos de los más de 20 mil árboles entre Cancún y Tulum fueron rescatados.
Liane Aké Canto, socia y tesorera de la delegación Sureste del AMA explicó que al enterarse de la ejecución de las obras del Tren Maya en el tramo Cancún-Tulum, se preocuparon por la potencial tala de los árboles de la carretera, muchos de los cuales fueron plantados por ellos mismos.
Por ello, contactaron al Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), que inicialmente les dijo que no debieron reforestar en una zona federal, precisamente por la posibilidad de proyectos como el Tren Maya. Pese a ello, permitieron que elaboraran un plan de manejo de los árboles, documento que les tomó siete meses.
El documento incluyó un inventario desde Cancún a Tulum de todos los árboles, georreferenciados, con su especie y tamaño, además de tres manuales para la reubicación de estos ejemplares, para palmeras, árboles medianos y monumentales. También incluyeron potenciales sitios para la reubicación de estas especies, así como una propuesta de vivero.
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Aunque el AMA capacitó a 40 personas de Fonatur y a 60 de las empresas encargadas de las obras, ellos no ejecutaron este plan de manejo, por lo que ignoran cuántos árboles fueron rescatados y dónde fueron a parar, información que debe tener Fonatur.
La tesorera señaló que sin importar la opinión de cada quien sobre este proyecto, ellos vieron la oportunidad de intervenir y salvar el mayor número de árboles posible, lo que era una aportación positiva.
Ahora que se cambió el tramo, Liane Aké aceptó que existía descontento en la asociación, pues ahora ese espacio quedó desprovisto de árboles.
En cuanto a la nueva ruta, dijo que esperarán a que exista algo más concreto para opinar, pues supuestamente el proyecto era por la carretera, y ahora ya no lo es.
“Esperaremos a que exista un proyecto más sólido, porque por donde pase (el tren) habrá una afectación. No nos podemos adelantar”, comentó.
Su opinión personal es que es una lástima adecuar un espacio para una obra, para que finalmente quede sin cambios, solo sin árboles.
Lo rescatable es que muchos de estos ejemplares ahora dan sus servicios ambientales en calles de las zonas urbanas.
Cuestionada sobre la posibilidad de volver a arbolizar la zona, comentó que era positivo tener vegetación en ese lugar, pero finalmente estaban sembrando en tereno ajeno, por lo que es arriesgado hacerlo allí.
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