Cancún.- Luego que a través de un acto protocolario el gobernador Carlos Joaquín González, hiciera entrega de patrullas para municipios del Estado, para reforzar la seguridad y fortalecer el patrullaje, al final de cuentas en el municipio Benito Juárez, que encabeza el presidente municipal Remberto Estrada Barba, este objetivo quedó en una simple intención porque lejos de mejorar el patrullaje en una ciudad que ya supera las 150 ejecuciones, las vuevas patrullas ha servido para lograr una mayor comodidad de los funcionarios de la Secretaría Municipal de Seguridad Pública y Tránsito, empezando por su titular, Darwin Puc Acosta.
Y es que resulta lamentable que de las aproximadamente 40 unidades del parque vehicular que entregó el titular del Ejecutivo, al menos cuatro fueron destinadas para el uso del jefe de la policía y sus escoltas, pues decidió reemplazar las unidades policiales que tenían asignadas a principios de año cuando el edil Estrada Barba, entregó patrullas en una cuestionada operación que no ha sido aclarada del todo.
De acuerdo con elementos de la Policía de Cancún, parte de ese parque vehicular fue para el uso exclusivo del Secretario Municipal de Seguridad Pública y Tránsito -en aquel entonces fungía José Luis Jonathan Yong Mendoza, quien fue relevado groseramente el 17 de mayo por Julián Leyzaola Pérez, como asesor en materia de seguridad y Alejandro Rodríguez Zepeda, fue colocado como secretario (quienes chocaron las unidades a su cargo) y cuando el pasado 16 de octubre se entregó nuevas patrullas, el actual jefe policial Puc Acosta, de inmediato se asignó cuatro de las nuevas unidades motrices.
De hecho, las nuevas patrullas que fueron entregadas por el Gobierno del Estado, han servido más para el confort y comodidad de los altos funcionarios policiales que para el reforzamiento de la seguridad pública y la mejor prueba son las decenas de unidades policiales que se encuentran en los patios de la corporación y cuyas reparaciones según las responsables de sus composturas, ya no son recomendables, a pesar de que muchas de ellas enfrentan afectaciones menores pero ante la falta, supuestamente de recursos económicos, son prácticamente desechadas.
(Vía: El Punto Sobre la i / Por Victoria Castro)