Cancún.- El costo que genera la existencia de 14 mil viviendas abandonadas en Quintana Roo ante la falta de servicios y su acceso, hace que la delincuencia se apodere de ellas.
Muchas de estas viviendas se convierten en refugio de malvivientes o tiraderos de basura, provocando un foco de infección grave.
Esto ocurre porque muchas de las viviendas abandonadas pasan a manos de una aseguradora o banco, las cuales normalmente no hacen el mantenimiento requerido y la propiedad se deteriora, por lo que se vuelve blanco de ilícitos.
Esta situación pone en jaque la seguridad de otros sitios cercanos, ya que muchas se convierten en picaderos o son invadidas.
Con información de Por Esto