Debido a las gestiones realizadas por la gobernadora de Quintana Roo, Mara Lezama Espinosa, las autoridades mexicanas han decidido posponer seis meses el cobro del impuesto a los turistas que lleguen al país a bordo de cruceros.
Se trata de un impuesto de 42 dólares (unos 846 pesos al tipo de cambio), y que se había aprobado desde el Senado de la República. Es el cobro del Derecho de No Residente (DNR) y ya existía, lo que pasa es que no se aplicaba.
Se había decidido que se comenzaría a cobrar a partir del primero de enero de 2025, lo que preocupaba a la industria de cruceros y a las autoridades de Quintana Roo, dado que Cozumel y Mahahual son los puertos que más “hoteles flotantes” reciben a nivel nacional.
Ante ello, y buscando un acuerdo que permitiera aumentar la recaudación sin que dejen de llegar turistas vía marítima, la gobernadora Mara Lezama buscó dialogar tanto con las navieras como con el gobierno federal. Sus labores rindieron fruto. Tan es así que se confirmó que se posterga el inicio del cobro al menos por medio año.
Fue la Asociación de Cruceros de Florida y el Caribe (FCCA) la que informó que tras reuniones con el gobierno de México, la federación por aplazar 180 días el cobro de los 42 dólares a los turistas que arriben a los puertos nacionales.
Esto significa que el cobro se aplaza momentáneamente hasta el primero de julio. Mientras, seguirán el diálogo y las negociaciones entre tosos los sectores implicados.
Al respecto, Michele Paige, de la FCCA, dijo que esperan “tener la oportunidad de continuar un diálogo significativo en torno a una solución equilibrada que proteja a las comunidades de México, apoye su vibrante industria turística y garantice la asequibilidad de los viajes en crucero para nuestros huéspedes”.
Las navieras están preocupadas porque el impuesto aumentaría hasta un 213 por ciento el costo actual de los boletos, lo que podría significar un fuerte impacto para la industria de cruceros.
El sector considera que imponer este nuevo impuesto a los turistas que llegan a bordo de cruceros a México podría generar que haya menos gente interesada en visitar el país. Por ello esperan llegar a un acuerdo con las autoridades federales.
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La figura de la gobernadora Mara Lezama seguirá siendo clave, pues es quien está tendiendo los puentes tanto con las empresas navieras como con la federación. Por ahora ha logrado una prórroga y posiblemente ayude a que continúen las negociaciones y lleguen a buen puerto, expresión más ad hoc que nunca.
Cabe recordar que la propia mandataria estatal había advertido que no habría un impacto inmediato, dado que los viajes de cruceros suelen venderse con antelación, y que por eso se estaba dialogando con los distintos sectores, buscando lo mejor para todos, y en especial para los destinos y la gente de Quintana Roo.
Por ahora la entidad y las navieras han ganado tiempo gracias a las gestiones de la mandataria estatal. Falta que las autoridades federales entiendan que la decisión podría ser contraproducente si las empresas o los turistas deciden dejar de venir al país a bordo de cruceros debido al nuevo impuesto.
