Un grupo de pasajeras fueron sometidas a una serie de exámenes ginecológicos en el Aeropuerto Internacional de Doha, Qatar, tras descubrir que un bebé recién nacido y prematuro fue abandonado en uno de los baños.
Los hechos ocurrieron el pasado 2 de octubre y sucedió durante un vuelo a Australia, la propia ministra de Relaciones Exteriores del país oceánico desaprobó enérgicamente estos hechos.
En el aeropuerto solo se limitaron a decir que se les pidió a las mujeres “participar” en iniciativas para encontrar a la madre del bebé, el cual está vivo.
Un grupo, principalmente de mujeres australianas, fueron trasladadas en varias ambulancias a centros para hacerles pruebas por si habían dado a luz, recordando que en Qatar la ley islámica le prohíbe a las mujeres quedar embarazadas fuera del matrimonio.
Con información de Excélsior