Playa del Carmen, Mx.- El expresidario Gabriel Mendicuti, actual candidato a la presidencia municipal de Solidaridad por el partido Fuerza X México, tiene su expediente lleno de acciones de corrupción con una ambición que lo lleva a querer repetir el cargo, muy lejos de ese “supuesto amor por Solidaridad” que pregona.

Junto con Félix González Canto y Roberto Borge (actualmente preso) forma el “Trío de la corrupción” que saqueó Quintana Roo, al ocupar puestos de primer nivel con ambos: con Roberto Borge fue secretario de Gobierno cuando salpicaron los escándalos de despojos de tierras, mal uso de recursos públicos y el desempeño irregular por la función pública por el que fue encarcelado

Basta recordar que como presidente municipal de Solidaridad, (2002-2005), usó a Playa del Carmen como una caja chica, terminando con uno de los pocos espacios deportivos que existían en ese entonces: la cancha de béisbol, acto en el que estuvo involucrado conocido empresario de la construcción poblano, quien ha sido señalado por la compra-venta fraudulenta de éste y otros terrenos a través de sus empresas.

Y es que el cotizado terreno de la cancha de béisbol, está ubicado en el primer cuadro de la ciudad, una zona de alta plusvalía ahora totalmente comercial. A cambio de este lote, el municipio recibió un predio en medio de la nada.

Él mismo se autocompró el adoquín para la Quinta Avenida, así no hay pierde. Señor Mendicuti, eso no es amor por Solidaridad, es robo descarado.

Acostumbrado y aferrado al poder, para pasar por encima de todos, es recordado cuando atacó a la familia del Ingeniero Mario Villanueva, echándoles encima un bulldozer en su terreno al lado del restaurante La Piola, la agresión no sólo fue contra el patrimonio sino también física.

Arturo Castro Duarte, quien fuera su director de Desarrollo Social y Coordinador de Campaña, también tuvo graves diferencias con Mendicuti por el carácter violento del último.

Esos arranques violentos son también contra mujeres, misógino, ha sido acusado de agredir físicamente a sus parejas sentimentales.

Hay un dicho que dice, “el que poco tiene y mucho llega a tener, loco se quiere volver” y esto pasó con Gabriel Mendicuti. De ser un chalán de la empresa constructora ABC ahora es un magnate, propietario de terrenos, lujosas residencias, edificios enteros y ranchos en Quintana Roo y Yucatán.

La gente de Mocochá, Yucatán, no debe estar muy contenta que alguien así los represente.

Pero Gabriel Mendicuti no le ha robado al gobierno, nos ha robado a todos los quintanarroenses para beneficiarse a él y a los suyos. El terreno donde actualmente está el Centro Especializado en Autismo KODOMO, pertenecía al IPAE. Con un costo de 15 millones de pesos y siendo Secretario de Gobierno en el sexenio de Roberto Borge, Gabriel Mendicuti no dudó en usar sus influencias para “donarlo” a su suegra, la mamá de su esposa Damarys Méndez.

La suegra de inmediato lo puso a nombre de su hija, negocio redondo.

Mendicuti, el gran terrateniente se despachó con la cuchara grande cuando fungió como presidente de la Asociación de Pequeños Propietarios Rurales, apropiándose de 500 hectáreas, en terrenos en todo el Estado, algunos colindantes con Yucatán. Es sin duda, el ladrón más grande que ha tenido nuestro municipio, representa lo peor y más viejo de la política, y eso es decir mucho.

¿Por qué la misma gente con la que trabajó no lo apoya? ¿Será por su corrupción?

Hasta el 2005 su tesorero fue Carlos Joaquín, no lo apoya.

Román Quian fue Secretario de Gobierno sucediéndolo con Roberto Borge, tampoco lo respalda.

Filiberto Martínez Méndez, expresidente del PRI, partido que cobijó a Mendicuti, tampoco está de su lado.

Omar Badillo Campillo, su exoficial Mayor le ha dado la espalda.

Menos lo hace Arturo Castro, quien también fuera parte de su gabinete y con quien tuvo serias diferencias.

Gabriel Mendicuti es poseedor de algo que en el argot periodístico se conoce como “efecto cucaracha”, pues de quienes se rodea huyen de él, tal cual si fuera un insecto nocivo. Y es que quien podría apoyarlo después de ver todos los robos que ha cometido. Hasta María Eugenia Guzmán, decidió renunciar a la suplencia a la candidatura a diputación federal por Fuerza X México, para no tener que verlo.

Inclusive quiere meter mano en la actual contienda del Sindicato de Taxistas “Lázaro Cárdenas del Río”, moviéndo sus fichas a favor de Bruno López, un chafirete igual de violento que él.

Las pocas personas que quedan a su lado, es porque fueron cortadas con la misma tijera, porque no han encontrado espacio en otros lugares por su negro historial, así Yolanda Vázquez Luna, una “madrona” de tables dance y Ángela Sánchez, líderesa por muchísimos años de Félix González Canto