Colectivos ambientalistas se manifestaron la mañana del domingo 15 de septiembre en la estación del Tren Maya en Playa del Carmen, para hacer patente su inconformidad por cómo se ha construido la megaobra.

El espeleólogo y activista Guillermo D’Christy explica que en la manifestación participaron representantes de colectivos como Selvame del Tren, Cenotes Urbanos y Defendiendo el Derecho a un Medio Ambiente Sano (DMAS) para seguir denunciando que, pese a amparos y suspensiones, las obras siguen en el Tramo 5 Sur.

“Siguen trabajando acá de manera descarada, pero lo irónico de todo esto es que llegamos y hoy se volvió a suspender la corrida por fallas técnicas, lo que revela la realidad: López Obrador vino a inaugurar, burlándose del pueblo, una obra ilegal y fallida”.

En entrevista, el también hidrólogo, experto en calidad del agua, expone que “éramos un grupo muy compacto, de entre 25 y 28 personas, pero éramos más manifestantes que pasajeros en la estación”, lo que se ha convertido en una constante.

“Fíjate, hoy es un día de puente, estás hablando de un fin de semana largo, de fiesta, en el que la estación debería de estar llena y con múltiples corridas con turistas llegando a Playa del Carmen… pero no. Estamos aquí desde las 10 de la mañana”, detalla el activista.

D’Christy informa que la manifestación fue hasta el mediodía del domingo, lapso en el que el movimiento de pasajeros fue nulo, y a la gente que llegó retrasada les notificaron que hoy (ayer) no hubo corrida y se tuvieron que regresar con todo y maletas.

En cuanto a la pésima imagen que se lleva el visitante con la continúa suspensión de corridas en el Tren Maya, el también kayakista sostiene que “lo que menos les importa es el turismo, aunque lo cacaraqueen mucho, lo que menos les ha interesado es que fuese un proyecto que fuera una verdadera alternativa de movilidad”.

“Se esperaba un transporte alterno a la carretera 307 para que turistas y trabajadores se pudieran mover. Por ejemplo, la estación del tren en Cancún está a 25 kilómetros del centro, y también alejado de la Zona Hotelera”, destaca el ambientalista.

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Además, en el caso de los trabajadores de hotel, Guillermo D’Christy subraya que ninguna estación del ferrocarril está cercana a alguno de las decenas de inmuebles que se ubican paralelamente a la ruta: “No hubo planeación, fue un capricho como tal”.