Los socios conductores de Uber denuncian que la situación ha empeorado pese a que un Tribunal Colegiado ordenó desde el pasado mes de enero que se establezcan las condiciones para poder operar en Cancún y el resto de Quintana Roo. Y es que dicen, se han visto más afectados, porque a las agresiones hay que sumarles las detenciones contra los operadores de la plataforma y las nulas sanciones contra los taxistas hasta el día de hoy.

Así lo dieron a conocer en rueda de prensa algunos de los socios conductores que han venido denunciando las agresiones y amenazas sufridas a manos de los taxistas.

“Aquí nuevamente nosotros alzando la voz, denunciando y preguntando también a la autoridad, al gobierno del estado, qué va a pasar. La verdad es que estamos peor que antes, porque bueno, ahorita ya está la autorización de la operación de Uber desde enero de este año. Y de allá para acá se supone que las cosas deberían de haber mejorado, (pero) las agresiones, las amenazas y la violencia han estado en aumento”, denunció Águeda Esperilla Soto, vocera de los socios conductores.

Agregó que según el director del Imoveqroo iba a haber sanciones contra los taxistas, sin embargo aún no se ha sancionado a nadie de manera oficial.

“El hecho de que los taxistas sigan en esa actitud de agresores, violentos, habla de que no está pasando absolutamente nada”, sentenció.

Además señaló que ha habido muchos incidentes propiciados por taxistas, algunos de los cuales involucran a nuevos socios conductores de Uber. Por ejemplo el caso de Johan, un conductor al que le cerraron el paso en Puerto Juárez los taxistas y a cuyo vehículo los taxistas arrojaron una piedra. Como el responsable negó ser el agresor, lo dejaron libre y solo se llevaron el taxi.

CASO PUERTO JUÁREZ

Johan, el afectado, contó lo que le hizo un taxista. Le cerró el paso y le arrojó una piedra a su vehículo, dañando la carrocería. Además lo hizo cuando él tenía turistas a bordo. Otra vez denuncian que los taxistas están asustando y exponiendo a los visitantes.

“Mi nombre es Johan. El miércoles para amanecer jueves ahí en Ultramar me pidieron un servicio por medio de la plataforma. Yo les dije a mis usuarios que no se quedaran donde estaban los taxistas, ahí está el mero sitio. Los taxistas siguieron a mis clientes más de 300 metros hacia las calles alternas, hasta donde yo los pude cargar, donde está la siguiente calle del domo”, relató el socio conductor de Uber.

“Yo cargué a mis usuarios sin ningún problema, subimos maletas, se subieron los usuarios después de que nos subimos todos al vehículo fue que un taxi se me puso enfrente y no se detuvo al 100 por ciento, fue frenando poquito a poquito y así me llevó hasta el cruce de Portillo con Bonampak”, prosiguió.

“Ahí fue donde se bajó del vehículo, me amenazó y ya que me estaba quitando porque ni siquiera bajé los cristales, no le hice caso, ya que lo estaba rebasando fue que le tiró una piedra a mi vehículo, dañando la carrocería de la puerta de atrás, sí, del lado del conductor”, complementó.

Pese a la agresión, cumplió con llevar a sus usuarios al hotel. Los clientes incluso le dieron sus datos para apoyarle en su denuncia contra el taxista en caso que fuera necesario.

Regresó al muelle de Ultramar para ubicar al taxista, vio al vehículo pero ya no al agresor. Fue entonces que llamó a una patrulla que pasaba por la zona, les mostró las fotos y videos de sus clientes, donde se veía la agresión. Y como esa patrulla no era la encargada de la zona llamaron a dos patrullas más. Y como el taxista nunca apareció se llamó a la grúa, y ya cuando el vehículo estaba arriba de la unidad se acercaron los delegados.

El taxista apareció pero sin uniforme y negó haber sido el conductor. Dijeron que todos iban a ir a Seguridad Pública para lograr un acuerdo, pero nadie llegó por parte de los taxistas. Por ello solo se llevó al corralón el taxi y se le invitó al socio conductor de Uber a interponer una denuncia ante la Fiscalía, lo cual ya hizo.

Sin embargo denuncia que no fue fácil el proceso pues dado que el auto está a nombre de su esposa tuvo que despertarla de madrugada para que ella acudiera a interponer la queja.

En los días posteriores preguntó si el taxi seguía en el corralón y le dijeron que no le podían dar esa información. Por ello acudirá de nuevo a la Fiscalía para que le digan qué procede en torno al caso de esta nueva agresión de taxistas contra los socios de Uber.

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Los socios conductores lamentan que siga sin haber sanciones concretas contra los taxistas, por ello siguen haciendo lo que quieren.