Chihuahua.- El Gobernador quiere pasarle la estafeta a Gustavo Madero, ignorando las virtudes democráticas del Blanquiazul, de permitir una contienda abierta entre varios precandidatos, sin embargo, las encuestas no favorecen a Madero. A la cabeza se encuentra la alcaldesa de Chihuahua, Maru Campos, con la que simpatiza un alto porcentaje de la población.
Corral ganó las últimas elecciones por brutal corrupción de su antecesor, César Duarte. Basó su campaña en la promesa de sancionar a los Duartistas y, desde el inicio de su mandato se empeñó en ello.
El personaje tiene órdenes de aprehensión y jamás le ha pasado nada, a pesar de que se sabe que vive en EU a la vista de todos, por esta situación Corral, quien, a falta del pez gordo se fue contra Alejandro Gutiérrez, a quien le ha hecho la vida de cuadritos.
Corral ha sido incapaz de sacar adelante las finanzas, su gestión ha sido mediocre y se empeña en heredarle el sitial a Madero y, en vista del primer lugar de Maru Campos, intenta bajarla de la contienda, a base de calumnias y rumores. Dice que la alcaldesa estaba en la nómina secreta de Duarte.
Sin duda un político difícil, que pone en un brete a Acción Nacional, de seguir por la vía de la imposición autoritaria. La consecuencia podría ser la pérdida de la entidad, interés supremo para las fuerzas de oposición, a la búsqueda de equilibrios de Poder.