Por Rocío Martínez Preciado

Hoy deseo escribirle unas líneas a esas personitas que brotaron de los tallos de una rama. Brotaron y nacieron de esas ramas parte de mi tronco que se llama vida y que ahora esa hermosa continuación de vida son “Mis nietos” Cristhian Alonso, Enrique, Marco, Constanza, Victoria, Gulliana, Alonso Tristan,  Alessia, Lia, Alonso Antonio.

Hasta el día de hoy mis 10 bellos nietos. Y lo que Dios desee enviar en un futuro. Hijos, no soy su madre pero soy su abuela. Y son los frutos que Dios me regalo para disfrutarlos, para amarlos.

Yo se que algunas veces soy exigente, pensaran como niños que son ¿Porque la nanis es tan regañona? esa “Nanis” como ustedes me llaman, y me gusta mucho así me nombren deseo ser exigente, pedirles, sean ordenados limpios, cumplidos en tareas de escuelas como casa respetar a sus padres y sean atentos con las personas a su alrededor tanto como cuando alguien les da algo y se les olvido agradecer les digo: “La palabra mágica” y ustedes responden “¡Gracias!”.

Si, esa palabra mágica “¡Gracias!” como le llamo yo. Será la llave que les abra las puertas que se presenten en su camino porque: El agradecer es como unas estrellas que iluminan la noche o como un sol que da luz en nuestro día.

Esa palabra mágica no solo iluminara a quien ustedes la dirijan. Sino al corazón de ustedes y les dirá: Que el agradecer en esta vida hasta el más pequeño detalle significa: Dar gracias a Dios por vivir y estar en este mundo obtendrán.

Lo mas valioso que es “La Paz” esa PAZ interior y la PAZ que es tan necesaria en el mundo.

Quizá no aprendí a ser la mejor “Nanis” pero lo que si estoy segura es que “Aprendí a amarlos”. Todos y cada uno de ustedes únicos. Así como los dedos de mi mano. Diferentes pero todos unidos a ella. Ustedes pedazos de mi corazón, quiero comprendan lo que decía mi padre cuando yo era niña: Prefiero darles los golpes yo a ustedes a que la vida se los de “Porque se los va a dar más fuertes” “Y no se refería golpes físicos”. Sino a educarnos en amor y firmeza envuelto en valores. Mi madre que con disciplina envuelta con la dulzura de su voz me enseño que aun estando ella enferma, daba gracias a Dios por cada instante de su vida.

Hijos, mi herencia no será física ni monetaria. Deseo dejarles la herencia que Dios y mis padres me dejaron: Una herencia interior que me llene de PAZ sus corazones. Una herencia que recuerden a esa “Nanis” diciéndoles: Respeta y obedece a tus padres, a tus mayores, y a tus hermanos y amigos escúchalos y defiende tu razón. Cuando deseen otros lastimarte. No lo harán, cuando vean que tú te respetas y que emanamos esa bandera de “PAZ” en tus ojos.

Rodéense de personas que deseen vivir la vida lo más sano. Y de aquellas que les lleguen al corazón y les nutran el alma.

Aprendan que las personas que están en la calle abandonadas, pidiendo limosna no tuvieron la palabra mágica “Gracias” para dársela a ellos mismos por su vida. No los juzguen son sus prójimos. Regálenle una sonrisa. Será el mejor alimento a esas almas lastimadas.

Me nutre recuerdos de sus padres de ustedes mis hijos. Cuando eran niños igual que ustedes: Como cuando Christian me decía y pedía: Mamá dame otro sandiwch para dárselo a un compañero de escuela que no lleve que comer. O como Monse que en su bailable, me hizo regresar a casa por un par de huaraches de ella para regalárselos a una niña que no tuvieron dinero sus padres para comprárselos. O como Rocío, cuando invitaba a sus amigos a comer a casa sin pedirme permiso porque sabía que un pan compartido “Es el pan más dulce y gratificante”.

Como Víctor Alonso que en el hospital recibiendo quimioterapia. Tomo su mejor juguete, el preferido y me pidió se lo regalara a un niño que lloraba.

Hijos mis nietos. No se cuantos años me regale Dios para disfrutarlos. Pero hasta ahora deseo decirles: Estoy orgullosa de ustedes, cuando los escucho decir: Mi nanis nos educa, o cuando Alonso Tristán dijo a su mamá que de grande va hacer como su nanis. Presidente de Asociación, Doctor, Bombero, Maestro.

Todo eso encontró en mí: Cuando lo curo de sus raspones, cuando lo corrijo etcétera a todos ustedes, cuando me dan queja de sus padres, que dijeron alguna mala palabra porque saben que la nanis les dice: Les lavaré la boca si dicen groserías jaja. Todas mis ocurrencias como decirles que fui bombera y contarle muchas historias de mi servicio como bombera mientras comían y así emocionarlos y a la vez enseñarlos  a ser precavidos y evitar accidentes.

Cuando bailo con ustedes y siguen mi ritmo me hacen comprender que mi vida tiene sentido sus alegrías son las mías. Hijos el mundo de ahora me preocupa pero prefiero mejor decir: “Me ocupa”. Quiero dar de mí a ustedes y sean esos vigilantes que lleven su lámpara de luz ante los problemas, siempre busquen una solución. Recuerden otra frase mía que siempre les digo “Nunca digan no se puede” inténtenlo aun se caigan una vez y otra. Ustedes nacieron para triunfar y el triunfo no es el dinero o los lujos.

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El triunfo es obtener la PAZ dentro de ustedes esa PAZ que sea generada por el amor, el respeto, preparación en sus vidas. Y ante todo el dar gracias por cada instante de vida. Cuando sean adultos recuerden: Tal vez se den cuenta o no, pero sus vidas. “Son una historia de amor” toda historia o experiencia que elijan vivir los ayudara a despertar el amor. Hijos: De lo que les hablo es lo que he aprendido, no desde un libro, sino de mi experiencia de vida: “Atreverse a ser quien eres” implica: “Aceptarse a sí mismo con los regalos interiores de cada uno de ustedes”.

P.D. Mis nietos solo decirles los amo, hoy mañana y siempre “La Nanis”

Dios por delante

Rocío Martínez Preciado

Presidenta

Los Planes de Alonso

Cel. 4626058359

Correo: rociomartinezpreciado@hotmail.com