Cómo recuerdo los extremos a los que llegaron, propios y ajenos, con el culto al ex gobernador Roberto Borge Angulo: “Betito”, “BeBo”, y como sustento del culto, historias increíbles de su “poder”, no sólo económico y político, sino hasta de “garañón”; historias que en su momento acabaron con la dignidad y la imagen de las mujeres (y algunos hombres) que fueron cercanos al hoy indiciado por ladrón, corrupto y asesino.
Fue tanto el poder del que detentó el hoy “gris personaje”, que el mismísimo ex presidente de la República lo tenía en su grupo más cercano y con protección ilimitada, lo que impidió que el estado de Quintana Roo reclamara la reparación del terrible daño que nos hizo este delincuente, que malbarató el territorio del estado, defraudó a empresarios y campesinos, robó predios, hoteles.
Pero este nefasto personaje, a su vez tuvo su muy cercano grupo de “personajazos” a quienes dejó empoderados y que aún hoy, caminan prepotentes por las calles o detentan cargos en la administración pública, e incluso siguen operando en favor y fortalecimiento de los intereses económicos de “Betito”.
Afortunadamente, seguimos avanzando. A pesar de las amenazas, de la operación de los grupos delincuenciales que dejó activos Roberto Borge, el Estado avanza en fincarle responsabilidad y como resultado de ello, hemos sabido que se ha logrado imputar a este tipo la presunción de la comisión del delito de Delincuencia Organizada, debido a que se han logrado acreditar los elementos suficientes para presumirlo: es decir, BEBO SÍ TIENE NEXOS con la delincuencia organizada y claro, baste recordar a presonajes como el famoso Isaías Capeline, o del ex procurador Álvarez Escalera, cuyo escolta fue capturado con la mismísima “Doña Lety”.
Aunada a la nueva acusación contra el ex gobernador, destaca la detención de diez sujetos que resultaron ser miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación y que tenían asolada “la plaza”; esta detención significa un avance significativo en la recuperación del estado de derecho, a través de quitarles el poder a los delincuentes.
Estos sujetos, dedicados al asesinato de rivales, habrían sido quienes secuestraron y decapitaron a Archi Llama, coordinador del Mando Único en Solidaridad, quien resultó también ser prestanombres del propio Roberto Borge, y quien se fue voluntariamente con sus verdugos, creyéndolos amigos.
Y coincidentemente, en estos días nos enteramos que se estrecha el “cerco” investigativo hacia la mafia rumana que se dedica a la clonación y fraude a tarjetahabientes a través de la operación de cajeros automáticos que tienen dispositivos electrónicos que “ordeñan” las tarjetas que allí se ingresan.
Como parte de una pésima estrategia mediática, los asesores de los rumanos que son investigados por la propia DEA (la organización antinarcóticos de Estados Unidos), determinaron abrir fuego en contra de la Secretaría estatal de Seguridad Pública, presumiendo supuestas investigaciones en contra de su titular, quien tendría que haber comparecido; en realidad, se trató de un aporte de investigación por parte del titular de la dependencia estatal, con la Fiscalía General de la República, por su investigación en torno al caso, y que ya ha resultado en el cateo del lujoso domicilio de Florian Tudor, alias “El Tiburón”, líder absoluto de este grupo.
Lo único real, fuera de toda especulación, es la detención de Froilán Tudor, hermano del anterior, quien ya fue extraditado a Estados Unidos y que supone el inicio del acabose de esta banda de delincuentes.
Estas y muchas otras mafias, aun operativas en el estado, fueron empoderados y blindados por “Betito”; la buena noticia, es que comienzan a caer; bien dicen que “cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar”, falta mucho muchísimo por investigar sobre los muchos negocios sucios de “BeBo”, es más faltan temas por investigar, uno de ellos, el negocio del transporte público. Al tiempo.
