Cozumel.- Para la presidenta de Conservación, Investigación y Manejo Ambiental de Cozumel (CIMAC), Noemí Guadalupe Martín, hay gente que se todavía se resiste a aceptar que los corales están dañados y que hace falta dejarles descansar. Al contrario, este sector solo piensa en su situación económica de corto plazo, pero no en el daño ambiental y el futuro del ecosistema y fuente de ingresos.
“Ha sido una polémica bastante grande por parte de los touroperadores náuticos; ahorita estamos en la parte educativa, informativa, porque muchos todavía no se creen que los arrecifes se están muriendo, a pesar que lo ven, que se echan al agua, a pesar que, sin testigos oculares, siguen sin respetar que el coral se está muriendo; como les afectó la bolsa, eso es lo que les importa”, lamentó en entrevista telefónica la activista.
Entonces, en su opinión, hay un sector que se resiste y que “está armando la revolución”, pero hay otro que poco a poco acepta que preservar el ecosistema es necesario.
“Hay que hacer mejores prácticas y un nuevo plan de manejo; y cuando se apertura hay que cambiar y no se puede dejar igual”, apuntó. Sobre esto se le preguntó si existe un plan de manejo o solo se tomó la medida de resguardar el sitio durante un tiempo. Dijo que sí existe el plan y que incluso la Semarnat, ya recibió la indicación para que sea actualice el plan de manejo porque antes no había tanta explotación de recursos.
Dice que el problema no es tanto la falta de información, pues si la hay, sino que muchos prestadores de servicios no se quieren ceñir a las buenas prácticas que ya están estipuladas. Y a ello hay que agregar a los piratas, quienes sí desconocen la información.
CUIDADO DE TORTUGAS
Por otro lado, habló de la labor que hacen en el Campamento Tortuguero San Martín, en el cual rescatan algunas de las tortugas que no pueden llegar por sí solas al mar. Es un área de cerca de 20 kilómetros que se tiene desde Mezcalitos hasta Raza. De acuerdo a una base de datos de nacimientos diarios que recaban de mayo a septiembre, acuden posteriormente a abrir los nidos para rescatar a las crías atrapadas. En su campamento se reportaron casi 4 mil nidos.
“Lo que se hace ahora es ayudar a las crías que se quedan en los nidos; los nidos nacen de manera natural, el programa que tenemos es bueno, pero cuando se salen siempre sea quedan tortuguitas atoradas; lo que hacemos es abrir los nidos, limpiarlos, sacarles todos los huevos, a veces hay crías muertas y vivas; lo que hacemos es sacarlas y las ayudamos para liberarlas y que lleguen al mar”, señaló.
Comenta además que uno de los problemas que enfrentan es el saqueo de nidos, pues cabe recordar que en 1988 cuando se empezó a proteger a las crías y hubimos de tortuga la práctica más usual era comerlas. De hecho, la activista dice que entonces hubo una resistencia muy similar a la que se presenta hoy día con los arrecifes. La diferencia radica en que hoy ya se multa económicamente a quienes no respetan la ley, e incluso pueden darles hasta un mes de cárcel.
En cuanto al cuidado de las tortugas en general, dice que en la isla hay tres grandes campamentos, el que vigilan ellos, uno a cargo de Conanp y otro de la Fundación de Parques y Museos. Y que la diferencia respecto a los de los hoteles es que si bien muchos de estos tienen sus propios campamentos el manejo de los mismos y su información no es público, por lo tanto, no se conocen a detalle las cifras de cuántos nidos tienen, cuántas crías hay, entre otros datos.