La paranoia del gobierno estadounidense no tiene fin y ha puesto nuevamente el ojo en dos importantes compañías chinas dedicadas a la fabricación de alta tecnología.
Se trata de Huawei y ZTE, marcas reconocidas principalmente por su amplia gama de dispositivos móviles duraderos y económicos.
El Departamento de Defensa de Estados Unidos está convencido de que ambas empresas utilizan sus dispositivos para infiltrarse en los pasillos del Pentágono y obtener información sobre sus estrategias de combate.
Por lo anterior, ha considerado prudente prohibir la venta de celulares de dichas marcas en los alrededores de las bases militares de Washington. Las autoridades no pudieron prohibir que los soldados los adquieran para uso personal, pero sí los exhortaron a ser conscientes de los riesgos implicados al utilizar estos aparatos.
Fue en 2012 cuando el Departamento de Inteligencia de EU declaró que Pekín tendría razones para infiltrarse en sus bases militares y los medios para hacerlo. A pesar de no tener pruebas, desde entonces las empresas de telecomunicaciones chinas quedaron bajo sospecha.
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La marca Huawei apenas y es vendida en el territorio norteamericano, mientras que ZTE ocupa el cuarto lugar en ventas de telefonía móvil. Tras el anuncio, las acciones de ZTE marca cayeron 15 por ciento.