La fragmentación interna en el Cártel de Sinaloa ha dado pie a una de las alianzas más sorprendentes y peligrosas del narcotráfico en México: Iván Archivaldo Guzmán Salazar, líder de Los Chapitos e hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, ha pactado una colaboración estratégica con su antiguo rival, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), encabezado por Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”.
Durante años, ambas facciones compitieron con ferocidad por regiones clave en el norte y occidente del país. Sin embargo, la captura de figuras importantes como Ovidio y Joaquín Guzmán López, el debilitamiento de la estructura de seguridad de Iván Archivaldo y el avance territorial de la facción rival conocida como La Mayiza, reconfiguraron el tablero criminal. Ante este panorama, el acuerdo con el CJNG no solo ofrecía una salida viable, sino una ventaja estratégica.
Autoridades especializadas en crimen organizado han advertido que esta alianza, sellada en 2025 tras meses de acercamientos, no es temporal. Se trata de una reconfiguración del poder criminal que podría dar origen a un supercártel con una gran influencia. Este nuevo bloque tendría el potencial de combinar estructuras logísticas, armamento, rutas de tráfico y control territorial a una escala sin precedentes en México y Estados Unidos.
CJNG y Los Chapiza pactaron acuerdo contra “El Mayito Flaco” en #Culiacán #Sinaloa pic.twitter.com/TxSmZBDcd3
— Quinta Fuerza (@QuintaFuerzaMX) June 9, 2025
¿Por qué se unen el CJNG y Los Chapitos?
Los motivos del acuerdo son claros: enfrentar la amenaza creciente de La Mayiza, facción cercana a Ismael “El Mayo” Zambada, y recuperar territorio perdido. La alianza también responde a la urgencia de fortalecer defensas internas tras la caída de figuras clave, como Jorge Humberto Figueroa Benítez, alias “La Perris”. Su detención dejó un vacío que fue cubierto por Audias Flores Silva, “El Jardinero”, operador del CJNG que fue asignado como jefe de seguridad de Los Chapitos.
Las condiciones del pacto establecen una nueva repartición de territorios: el CJNG se quedaría con el control de Nayarit, Zacatecas y Chiapas, mientras que Los Chapitos conservarían sus bastiones en Sinaloa, Durango y Sonora. Además, ambos grupos coordinarían esfuerzos para retomar plazas estratégicas en Estados Unidos (como Chicago, Nueva York y Phoenix) tradicionalmente bajo control de la red de los Zambada.
El beneficio para el CJNG es claro: acceso a corredores del norte del país donde antes enfrentaban resistencia. En Sonora, por ejemplo, la presencia conjunta facilita el tránsito de drogas, armas y migrantes, consolidando rutas de trasiego clave. A cambio, Los Chapitos reciben respaldo armado, seguridad y acceso a escondites protegidos por la estructura de “El Mencho”.
Un gesto simbólico que consolidó el pacto fue el traslado temporal de Jesús Alfredo Guzmán Salazar a un rancho del CJNG en Jalisco, lo que mostró un nivel de confianza inusual entre estas organizaciones criminales. A cambio, Los Chapitos compartieron información sensible sobre miembros cercanos al líder jalisciense.
Confirmación oficial de la alianza entre los cárteles
A pesar del hermetismo que rodea estas organizaciones, la confirmación de la alianza ha llegado por diferentes vías. Un video difundido recientemente en redes sociales mostró a decenas de hombres armados leyendo un comunicado que anunciaba el inicio de “la limpia”, confirmando el pacto entre “la gente del señor Mencho y el señor Iván”.
Desde mayo, los enfrentamientos se han intensificado, especialmente en las zonas serranas de Sinaloa. Municipios como Choix, Badiraguato y Guamúchil han sido escenario de tiroteos abiertos. Incluso Mocorito, considerado hasta ahora un lugar tranquilo, ha sido alcanzado por la violencia.
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Las autoridades federales señalan que muchas bandas locales, antes cercanas a Los Chapitos, han cambiado de bando. Se habla de una estructura paralela, comandada por antiguos aliados del “Chapo” Guzmán, ahora aliados de La Mayiza. Entre ellos, los llamados “Cholos”, que estarían recibiendo apoyo del grupo comandado por Isidro Meza, alias “El Chapo”, desde Guasave y Los Mochis.
El nuevo supercártel de México
La suma de recursos y territorios entre el CJNG y Los Chapitos no solo refuerza su dominio interno, también amplía su alcance internacional. Este bloque tendría la capacidad de disputar mercados clave en Estados Unidos y Latinoamérica, reconfigurando el equilibrio del narcotráfico.
La posible formación de un supercártel, con ramificaciones en ambos lados de la frontera, preocupa a las autoridades. Este conglomerado criminal tendría mayor acceso a recursos, funcionarios corruptos y mercados internacionales. Se trataría de una estructura nunca antes vista en la historia del crimen organizado en México.
Con información de Infobae y El País