Un anciano vivía prácticamente encerrado en una caja de madera. Por fortuna, hubo alguien que lo escuchó y pudo así ser liberado de la tortura que vivía por culpa de ¡su propia hija!
Lo que contamos ocurrió en Celaya, Guanajuato, donde Bonifacio, un hombre de 87 años de edad permenecía prácticamente secuestrado. Estaba dentro de una caja de madera por la que aparentemente le pasaban comida por un pequeño orificio que estaba en la parte superior de dicha caja.
El anciano fue descubierto cuando policías acompañaron la ejecución de un embargo en la vivienda de Leticia de 54 años, quien es la hija de este hombre. Al estar ejecutando el embargo los oficiales escucharon quejidos y lamentos. Fue al revisar que se dieron cuenta de este hombre que estaba encerrado.
Estro sucedió en la calle Cerro de los Agustinos, de la colonia Jacarandas de Celaya, Guanajuato, a donde se había ido a ejecutar un embargo por parte de Infonavit.
El mueble en el que este hombre se encontraba encerrado era una especie de cama con un techo hecho con tablones de madera. Una vez que se dieron cuenta de lo que ocurría, desarmaron este mueble y liberaron al anciano, quien obviamente, estaba en muy mal estado de salud.
El hombre presenta problemas en ambas piernas. Por ahora ya fue rescatado y permenece en un albergue, donde recibe los cuidados que no le daba su propia hija.
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Ya existe una denuncia contra Leticia, la hija de Bonifacio. Será la Fiscalía de Guanajuato la que decida cuál es la responsabilidad de la mujer en este caso de maltrato hacia su propio padre, un hombre de la tercera edad.