En un caso que está indignando y espantando a las redes por igual, un niño de 10 años fue torturado y maltratado por parte de su familia, antes de morir.
Esto ocurrió en Lancaster, al sur de California.
La historia que está indignando a las redes
El pequeño Anthony Avalos era maltratado por su madre, Heather Maxine Barron de 28 años, así como por su novio Kareem Ernesto Leiva, de 32.
Las autoridades de bienestar infantil del condado de Lancaster habían recibido más de diez reportes de sospechas de abuso sobre el niño, de 2013 a 2016.
El niño había sido retirado de su casa, durante varios meses, cuando se comprobaron los reportes de abuso.
Sus familiares recibieron asesoría para que las conductas de abuso no se repitieran.
Torturado hasta morir
Lamentablemente, nada cambió al regreso de Anthony, pues lo dejaban sin comer, y fue maltratado y torturado durante cinco o seis días antes de morir.
Según los documentos judiciales, sus mismos ocho hermanos y hermanas eran quienes lo maltrataban, además de sus padres.
Cargos contra la madre y su novio por asesinato fueron levantados por los fiscales.
La tortura al pequeño Anthony incluyó maltratos salvajes, entre ellos golpizas con un cinturón, dejar caer salsa caliente en su boca, azotarlo contra el piso y prohibirle el uso del baño.
Los padres forzaban a los otros niños a pelear con Anthony, y los hacían vigilarlo para que se quedara de pie o de rodillas.
“En un momento, Anthony no podía caminar, permaneció inconsciente tirado en el piso de su habitación durante horas, no se le dio atención médica y tampoco podía comer por sí solo”, escribió el vicefiscal de distrito en Los Ángeles, Jonathan Hatami.
El macabro hallazgo
El 20 de junio, dos oficiales respondieron a una llamada de alerta del condado donde residía la familia; y al llegar, encontraron al menor inconsciente y en graves condiciones.
Aunque fue rápidamente conducido al hospital, murió a la mañana del día siguiente; su corazón dejó de latir y tenía sangrado encefálico.
La madre fue la que realizó la llamada, informando que Anthony había sufrido una caída, pero los oficiales observaron condiciones sospechosas en el entorno.
Luego de la investigación, Heather Maxine Barron y Kareen Ernesto Leiva fueron acusados de asesinato; con una fianza de 2 millones de dólares a cada uno.
De ser hallados culpables, la madre enfrenta una sentencia de 22 años a cadena perpetua, mientras que el padre podría pagar entre 32 años y cadena perpetua.
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Por otra parte, los ocho hermanos fueron enviados con trabajadores sociales, los cuales tienen entre 11 meses y 12 años de edad.