Chetumal.- Los baches se han convertido en un verdadero dolor de cabeza para los automovilistas de la capital del estado y con las lluvias el problema se agudiza.
Costosa afectación
Con la aparición de los baches llegan las ponchaduras, perdidas de tapones y desperfectos, costo que tienen que absorber los ciudadanos sin que el gobierno municipal que encabeza Luis Torres asuma la parte que le corresponde.
Afecta economía
Víctor, chofer de un automóvil de alquiler, aseguró que en más de una ocasión ha tenido que parar por varias horas para poder cambiar una llanta ponchada o arreglar un desperfecto luego de irse dentro de un bache, situación que le afecta al final de su jornada pues no obtiene ganancia.
“A veces los huecos aparecen de la noche a la mañana y se van tapando con la lluvia y aunque como taxistas conocemos las calles por donde circulamos, estos baches nos agarran de sorpresa y terminamos con la llanta ponchada o con alguna anomalía debido al fuerte golpe”.
Baches, problema incurable
Aseguró que se pueden encontrar en cualquier calle o avenida, sea la temporada del año que sea, pero cuando más les afecta es cuando llueve y quedan cubiertos en su totalidad por el agua, pues se convierten en una verdadera trampa no sólo para los que van en sus autos, sino también para ciclistas y motociclistas.
“Me ha tocado ver cómo se caen con todo y compras, pero uno no puede hacer nada sólo tomar precauciones para no caer en el agujero. A quién le facturamos nuestros gastos que tenemos cuando nos pasa algo así. A la autoridad no le importa”.
Obras de mala calidad
El mal estado de las calles va de la mano con el mal manejo de los recursos, pues las obras de pavimentación no son hechas con el material y espesor correcto, dando como resultado un trabajo urbano de mala calidad y que sale a relucir con la llegada de las lluvias.
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Y es que la lluvia revive este añejo problema de la ciudad que se ha convertido en un cáncer incurable, pues las reparaciones con trabajo de bacheo sólo dilatan la aparición de los baches, que tarde o temprano terminan haciendo acto de presencia para molestia de los conductores.