Playa del Carmen, Quintana Roo.-La contingencia sanitaria por el coronavirus trajo afectaciones económicas a Playa del Carmen, destino con vocación turística y por tanto, algunos emblemáticos restaurantes cerraron sus puertas.
Fueron varios los restaurantes icónicos de esta ciudad que anunciaron cierres de manera “temporal” por disposiciones de las autoridades ante la emergencia sanitaria.
En marzo del 2020 bajaron cortinas pero no resisitieron los egresos como renta, servicios básicos, sueldos, impuestos por funcionamiento y así, no pudieron cumplir su promesa de volver a abrir.
Hubo otros que intentaron reabrir pero con los cambios de semáforo y aforo permitido, los superaron los gastos este 2021 y tuvieron que decir adiós.
Y aunque ahora estamos en semáforo amarillo y transitando al verde, muchos centros de consumo no se recuperaron.
Tal es el caso de “El Faisán y El Venado”, famoso por su gastronomía regional, ambiente familiar y bellas instalaciones.
También “La Vagabunda Fiesta”, preferido por habitantes locales porque contaba con alberca y un ambiente alegre. Además era sede de diversos eventos de la vida social y cultural de Playa del Carmen.
Otro caso es el de “Hot Baking Company” donde se comían los mejores sandwiches de la ciudad. La Pasteletería era su especialidad y por ello sus postres eran preferidos por los locales y turistas.
A pesar de estar en Quinta Alegría, Sanborns tampoco resistió los embates de la pandemia.Un lugar de estándares que todos conocen, pero con la oportunidad de disfrutar en su terraza el ambiente y paisaje caribeño.
Tampoco sobrevivió “Evass“, preferido por la relación calidad/precio con una panadería exquisita y desayunos que se disfrutaban al máximo. Qué decir de su relación estrecha con la comunidad artística, que aprovechaba su espacio para hacer galerías o eventos culturales.
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Cómo no mencionar a “Kitxen”, bar del cantate y compositor Saúl Hernández, que aunque no era restaurante como tal, fue una parada obligada para los viajeros y orgullo de los locales, que siempre lo presumían con sus familias o amigos que venían de visita.
Tal vez en algún momento vuelvan a abrir, lo cierto es que eran parte de la cultura culinaria de Playa del Carmen y se extrañan.