Nueva York, Estados Unidos.– De acuerdo con el diario The New York Times (NYT), el gobierno de México tenía datos sobre la rápida propagación del virus SARS-CoV-2 en la Ciudad de México, pero lo ocultó a los ciudadanos para mantener el semáforo naranja.

Según la periodista Natalie Kitroeff, el gobierno usó números más bajos en dos áreas críticas, que son la hospitalización y el porcentaje de resultados positivos de las pruebas de covid-19, para hacer su evaluación sobre el cierre de actividades por el aumento de contagios.

La investigación señala que el gobierno pudo tomar acción y cerrar actividades económicas para evitar propagación, pero en vez de eso prolongó las actividades dos semanas más. “A pesar del aumento, los funcionarios federales tranquilizaron al público, durante una sesión informativa el 4 de diciembre, que la Ciudad de México no había alcanzado el nivel crítico de contagio que, según las propias normas del gobierno, obligaría al cierre de su economía”.

“México decide cuándo poner a la capital de la nación y a cada uno de sus estados en confinamiento de acuerdo a una fórmula que toma en cuenta los últimos números de casos, hospitalizaciones y muertes. Cuando el gobierno introdujo el sistema, los funcionarios dijeron a los mexicanos que sería una medida transparente y objetiva de la propagación del virus”, escribió.

Aseguró que la semana pasada la CDMX estableció récord tras récord de números de hospitalizados, por ello el personal de salud publicaba “súplicas desesperadas en redes sociales”.

Señaló que la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum evadió el cierre de actividades  porque “esta época del año es realmente importante en términos de finanzas familiares”.

Señaló que el pasado 4 de diciembre, el subsecretario de prevención y promoción de la Salud, Hugo López-Gatell Ramírez, notificó a Sheinbaum que solo el 45% de las camas de hospital con ventiladores estaban llenas, “pero antes, publicó un gráfico oficial que indicaba que el 85% de las camas con ventiladores estaban ocupadas”.

Agregó: “De hecho, una revisión de la base de datos que usa el gobierno para calcular el riesgo, muestra que la ocupación de las camas hospitalarias con ventiladores en Ciudad de México no había caído por debajo del 50% desde principios de noviembre”.

En le documento, Gatell señaló que el 25% de las pruebas de coronavirus en la Ciudad de México dieron positivo a finales de noviembre, mientras el gobierno federal mostraba que más del 35% de las pruebas dieron un resultado positivo.

“Si, en ambos casos, el gobierno hubiera utilizado las cifras más altas, el total de puntos de la ciudad hubiera llegado a 33, lo que hubiera provocado una advertencia de luz roja y habría requerido un cierre. En cambio, los funcionarios del gobierno insistieron en que la ciudad estaba en un nivel de riesgo moderado –naranja, según el sistema de semáforos– y que no había necesidad de medidas sanitarias más estrictas”, dice el artículo.

También criticó al gobierno mexicanopor no crear un programa de apoyo para las empresas y los desempleados durante la pandemia. “Sin una red de seguridad, cerrar la Ciudad de México en medio de la temporada de compras navideñas causaría un daño considerable a la economía del país”, advierte.

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“Pero permitir que los residentes de la Ciudad de México se amontonen en las tiendas, cenen en el interior y trabajen en sus oficinas durante dos semanas mientras se sabía que el virus se propagaba rápidamente ha aumentado la carga sobre un sistema de salud pública ya de por sí tenso”, advierte.