Tras los antecedentes de Joaquín “El Chapo” Guzmán de escaparse de penales de máxima seguridad en dos ocasiones; Estados Unidos tiene la prisión ideal para él, ADX Florence, la cárcel más segura del país, incluso del mundo, con la etiqueta “Supermax” y la única en su tipo.
El Centro Penitenciario y Administrativo de Máxima Seguridad en Florence, Colorado, es una prisión de supermáxima seguridad de EU y fue construida para desconectar a los reos del mundo exterior, hasta el momento nadie ha escapado de este lugar desde su apertura en 1994.
“Está muy bien diseñada para su propósito, retener a los delincuentes más peligrosos del sistema penitenciario federal”, dijo a Reuters el profesor del John Jay College of Criminal Justice y excomisario del Departamento Correccional de la ciudad de Nueva York, Martin Horn.
De acuerdo con Horn, las dos fugas del “Chapo”, en 2001 y 2014, han demostrado que el narcotraficante tiene un riesgo mayor de escaparse que cualquier otra persona, por eso, ADX Florence “es un lugar apropiado para él”, añadió.
ADX Florence se encuentra a unos 185 kilómetros al sur de Denver y a unas tres horas del exclusivo resort de Aspen, donde cada invierno los millonarios asisten para practicar squí y snowboarding; el lugar es conocido como “Alcatraz de las Rocallosas”, en honor a la célebre prisión de San Francisco.
“Está literalmente construida en la ladera de una montaña, con una robusta infraestructura de seguridad”, detalló Horn. Los sentenciados llegan a esta prisión en autobuses, vehículos especiales e incluso en helicópteros Black Hawk.
Guzmán Loera, se sumará a 376 peligrosos reclusos que cumplen su sentencia en este lugar, entre los que se encuentran, Zacarias Moussaoui, conspirador de los atentados del 11 de septiembre; Dzhokhar Tsarnaev, que puso una bomba en la maratón de Boston. También ahí se encuentran sus viejos rivales del narcotráfico como Osiel Cárdenas (del Cártel del Golfo) y Francisco Javier Arellano Félix (del Cártel de Tijuana).
Los reclusos de esta prisión generalmente permanecen confinados durante 23 horas al día en celdas solitarias de 2.1 por 3.6 metros, cuentan con una pequeña ventana para que entre la luz del sol, pero está diseñada de tal forma que sólo se puede ver el cielo y sin vista al edificio.
La cama es una losa de concreto cubierta con un delgado colchón y mantas, tiene un banco y un escritorio también de concreto, como “muebles” de la celda.
Por otro lado, pueden ver televisión en sus celdas, tener acceso a servicios religiosos, programas educativos y un almacén, pero no pueden mover nada de lo que ahí se encuentra.
La seguridad es tan alta que los guardias escoltan en todo momento al recluso y se realizan recuentos al menos seis veces al día.
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Cabe recordar que en su primera fuga anteriores, “El Chapo” logró corromper a los elementos del penal para que lo ayudaran a escapar supuestamente en un carrito de lavandería; y la segunda, logró hacer que cavaran un túnel de más de un kilómetro y medio del penal que lo conectaba al exterior desde su celda.
En caso de que Joaquín Guzmán intenté hacer un túnel, no podrá salir, pues en el exterior hay patrullas fuertemente armadas que rondan el extenso complejo, además hay una docena de imponentes torres armadas donde hay oficiales al acecho. Las paredes están cubiertas con alambre de púas y bloquean parcialmente las montañas cubiertas de nieve.
